Un estudio realizado por el Ayuntamiento constata que las personas con nombre de origen árabe tienen más dificultades para acceder al mercado de alquiler de viviendas. En concreto, las personas con un nombre de origen autóctono reciben un 18 % más de respuestas a las consultas sobre viviendas de alquiler que las personas con un nombre de origen árabe. Estas diferencias también se dan en el precio de los pisos, ya que las personas con un nombre de origen árabe reciben más respuestas de los pisos con precios más caros.
El estudio La clave puede ser un nombre: Detección de evidencias de discriminación en el acceso al mercado de alquiler de vivienda en Barcelona, encargado a la consultoría social cooperativa Broll, ha consistido en el envío de 2.000 solicitudes a 500 anuncios de viviendas publicados en portales inmobiliarios, con el objetivo de evaluar de una manera estadística las respuestas a estas solicitudes según el remitente. Así, la mitad de las solicitudes han sido enviadas bajo un nombre de origen árabe, y la otra mitad, bajo un nombre de origen autóctono, basándose en los nombres más comunes según el Idescat.
Los resultados del estudio ponen de manifiesto que existen diferencias entre las solicitudes enviadas con nombres de origen árabe y las enviadas con nombres autóctonos, de manera que por cada 10 solicitudes enviadas, las solicitudes de nombres autóctonos reciben 6 respuestas (56,6 %), y las solicitudes de nombres árabes, 4 (37,8 %).
También se han detectado diferencias por género, de manera que por cada 10 solicitudes enviadas por mujeres, las solicitudes de nombres autóctonos reciben 7 respuestas, y las de nombres árabes, 5, mientras que en el caso de los hombres, las solicitudes realizadas con nombres autóctonos obtienen 5 respuestas, y las de nombres árabes, menos de 3.
Otro de los factores que se ha detectado con el estudio es el sesgo de clase social: el precio medio de los anuncios que responden a solicitudes de nombres de origen árabe es de 1.384,27 euros, mientras que el precio medio de los anuncios que solo responden a solicitudes firmadas por nombres autóctonos es de 1.093 euros, casi 300 euros menos.
El estudio se ha encargado a la cooperativa Broll en el marco del Observatorio de las Discriminaciones en Barcelona para profundizar y evaluar objetivamente la dimensión de la discriminación en el acceso a la vivienda de alquiler.