Equipamientos municipales y hoteles de la ciudad se han convertido en centros hospitalarios para dar apoyo a los hospitales en la atención a los pacientes con COVID-19. Un refuerzo posible gracias a la coordinación entre administraciones, servicios municipales y el Gremio de Hoteles de Barcelona y con el asesoramiento de Médicos sin Fronteras.
Más recursos y más camas para evitar el colapso sanitario de los hospitales de la ciudad. El Ayuntamiento de Barcelona ha transformado diferentes equipamientos municipales en pabellones Salud para dar apoyo a los hospitales de referencia de la ciudad con 550 camas más para atender a pacientes con COVID-19.
Los cuatro pabellones Salud operativos se han habilitado en los siguientes equipamientos municipales:
- CDM Olímpics, en funcionamiento desde el 29 de marzo, atiende a 132 pacientes del Hospital Vall d’Hebron.
- CDM Claror, en funcionamiento desde el 2 de abril, ofrece 72 plazas para pacientes del Hospital del Mar.
- CDM Guinardó, en funcionamiento desde el 5 de abril, permite ampliar la capacidad del Hospital de Sant Pau en 100 camas.
- Recinto del Instituto Nacional de Educación Física de Cataluña (INEFC), en funcionamiento desde el 15 de abril, permite alojar a 252 pacientes del Hospital Clínic.
Para poder habilitar los pabellones Salud, los servicios municipales se han puesto a disposición del Consorcio Sanitario de Barcelona y han contado con el asesoramiento de Médicos sin Fronteras para la instalación de los pabellones.
A través del Gremio de Hoteles de Barcelona se han habilitado también una docena de hoteles para trasladar a pacientes no críticos y para el descanso del personal sanitario. El Hotel Catalonia Barcelona Plaza, medicalizado desde el 30 de marzo, puedo acoger a hasta 300 pacientes del Hospital Clínic.
Una oficina técnica del Ayuntamiento de Barcelona coordina la logística y el material para poder medicalizar los espacios, mientras que el Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya se encarga del personal sanitario y del criterio asistencial.